Es un sistema instalado en el terreno, generalmente en una orientación ligeramente inclinada, con el objetivo de controlar el nivel freático y gestionar el agua subterránea en proyectos de ingeniería civil y geotecnia.
FUNCIONES Y BENEFICIOS
Control del nivel freático: Ayuda a reducir el nivel de agua subterránea, lo que es crucial para prevenir problemas de estabilidad en taludes, cimentaciones, y estructuras construidas en suelos húmedos. Prevención de inundaciones:
Protección de estructuras: Al reducir la presión del agua en el suelo, se disminuye el riesgo de daños a las estructuras debido a la presión de poros en las cimentaciones.
Mejora de la estabilidad del terreno: Un drenaje adecuado ayuda a estabilizar suelos susceptibles a deslizamientos y erosiones, especialmente en pendientes o taludes.
Facilitación de la construcción: Al controlar el agua subterránea, se mejoran las condiciones de trabajo.
CARACTERÍSTICAS IMPORTANTES
Ubicación: Generalmente se instalan en la parte inferior de un corte o en la base de una excavación, y puede alcanzar diferentes profundidades dependiendo de las condiciones estudiadas del suelo.
Materiales: Suelen estar construidos con tubos PVC perforados o ranurados que permitan el paso del agua, rodeados de un material filtrante para evitar la obstrucción por partículas del suelo.
Inclinación: Debe tener una ligera inclinación para conducir el flujo del agua hacia un punto de descarga o una red de recolección.
APLICACIONES
En la construcción de edificios, puentes y otras infraestructuras donde el control del nivel de agua es crítico.
En proyectos de estabilización de taludes y gestión de deslizamientos de tierra.
En obras de infraestructura como carreteras y ferrocarriles que requieren el manejo adecuado del agua subterránea.